CRISTAL ESCALANTE

Disciplina y amor por México

Entre tambores y banderas, con su trabajo en escoltas y bandas de guerra busca alejar a los jóvenes de ambientes nocivos y fomentar valores

Detrás de cada escolta que marcha con precisión, de cada banda de guerra que resuena en ceremonias escolares, hay historias de disciplina, constancia y, sobre todo, de formación de valores. Por eso en esta ocasión platicamos con Cristal Escalante, quien se ha convertido en un referente en la instrucción y coordinación de estos grupos, además de ser juez nacional del Honorable Cuerpo de Jueces de Escoltas y Bandas de Guerra.

Originaria de Ciudad Juárez, Cristal recuerda que su vocación comenzó desde muy pequeña. “El inicio, como la mayoría de los banderos o escolteros, fue en kínder. Pasé por varias escuelas y una de las formas de canalizar mi energía fue la escolta con el maestro Víctor Miranda”, relata. Su interés creció durante la secundaria y preparatoria, donde la participación en escoltas y bandas de guerra se convirtió en una pasión.

- ¿Cómo fue tu transición de alumna a instructora?
“En la Normal Superior participé también como comandante de escolta. Después, ya como docente, comencé a instruir en la Federal 2 y más tarde en la 3061. La instructora que estaba entonces era muy joven y sus padres le dijeron que ya no podía continuar, así que el director me pidió que tomara el grupo. Empecé a entrenar con ellas y los resultados se notaron rápidamente”, recuerda.

Además de su labor en escoltas y bandas de guerra, Cristal es docente en la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez (UTCJ), donde lleva más de 10 años formando a estudiantes de la carrera de Mantenimiento Industrial. Posee una maestría en Dirección de Operaciones, otra en Educación y recientemente concluyó un doctorado. También es abogada, egresada de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).

Su trayectoria, sin embargo, no ha estado exenta de retos personales. En 2018 le diagnosticaron cáncer de piel. “Fue un momento muy difícil, evidentemente no podía continuar en el sol, y la pandemia obligó a replantearme mi participación. Decidí entonces convertirme en juez nacional, y ahí comencé mi nueva etapa”, explica. Cristal comparte que su primera participación como juez nacional fue en Nayarit, por invitación del profesor del Instituto Tecnológico De Tepic, Nayar Ocegueda, para colaborar como jueza en concursos estatales y locales.

“La invitación del maestro se da porque fui parte de la creación del manual de bandas de guerra y escoltas de 2019 aquí en el estado de Chihuahua”, comenta.

- ¿Es el que está vigente todavía?
“Sí, es el que está vigente todavía. Y el maestro pues ve opciones que pudieran aportarle a su concurso y soy invitada. Después de ahí empiezo con los locales, los regionales y me empiezan a invitar a diferentes concursos. Pero hay un momento en el que yo empiezo a ayudar a hacer preparación de otras escoltas, entonces de pronto ya iba yo y daba asesorías. Incluso sigo dando asesorías en primarias y secundarias de manera gratuita porque esto es totalmente gratuito, por amor al arte. Después, conozco al honorable cuerpo de jueces de banda de guerra y escoltas dirigido por el maestro Iván Tonatiuh, y así fue el proceso”.

Para nuestra entrevistada, una de las principales cosas que se deben valorar como jueces es el trabajo que desarrollan los niños, pero también el trabajo que hacen los instructores. “Porque es mucho tiempo, dinero, esfuerzo, muchas veces ni siquiera les pagan, y muchas veces no se dimensiona el trabajo que hay detrás de estos grupos representativos”, destaca.

Cristal Escalante entregando reconocimientos

Durante el proceso de formación en escoltas y bandas de guerra no solo enseña disciplina, sino también trabajo en equipo, responsabilidad y amor por los símbolos patrios. Cristal nos comenta que es por eso que debe existir una colaboración tripartita, en donde participa el alumno, el instructor y los padres de familia. “Sin el apoyo de los padres es muy difícil lograr objetivos”, comenta. Asimismo, subraya que este tipo de actividades contribuye a mantener a los jóvenes alejados de ambientes de riesgo y fomenta hábitos de organización y constancia: “Ahora los niños limpian sus uniformes, mantienen su cuarto en orden y adquieren una disciplina distinta”.

Cristal también destaca los cambios que ha observado en los últimos años, como, por ejemplo, la inclusión de niñas y señoritas en todas las posiciones de las bandas de guerra, el enfoque profesionalizado de los instructores y la adaptación a los lineamientos de derechos humanos en la instrucción. “Antes se usaban castigos físicos, ahora se promueve la formación con respeto y profesionalismo. Es fundamental que quien instruya tenga una profesión para transmitir la importancia de estudiar y superarse”, afirma.

Sin titubear, Mario asegura que “la banda te da herramientas para ser disciplinado y responsable y te prepara para ser exitoso en la vida. Es un trampolín, pero tu verdadero camino empieza después”.

La pasión de Cristal por su labor trasciende la instrucción directa. Además de evaluar concursos de forma objetiva, da asesorías gratuitas a primarias y secundarias, y busca motivar a los jóvenes a comprometerse con la actividad.

- ¿Cómo te gustaría que tus alumnos te recordarán?
“Lo que les digo a los muchachos es que siempre hagan las cosas con el corazón. Si uno no involucra pasión, afecto y responsabilidad, falta algo. La gente lo siente y eso hace que quieran seguir (…) Que siempre hagan las cosas con el corazón. Mi papá me decía: ‘Hasta el último suspiro’. Eso es lo que trato de transmitir: hacer todo bien, con responsabilidad y cariño”.

- Si pudieras diseñar un programa de bandas y escoltas, ¿qué incluirías?
“Me gustaría que cada escuela de Ciudad Juárez tuviera su banda y escolta con un instructor profesional. Muchas veces las escuelas pagan por su cuenta y eso limita la participación. Sería ideal que el municipio o gobierno otorgara plazas y proporcionara instrumentos. La Nueva Escuela Mexicana ha ido perdiendo el homenaje a la bandera los lunes, y eso es preocupante porque forma parte del civismo y la identidad”.

Tras la amena plática, Cristal nos deja claro que para ella, la escolta y la banda de guerra son mucho más que actividades extracurriculares, son herramientas para alejar a los jóvenes de ambientes negativos y fortalecer valores que perduran, razón por la que sigue sembrando en las nuevas generaciones el respeto a los símbolos patrios y el amor por México, convencida de que ese legado permanecerá “hasta el último suspiro”.

La Nueva Escuela Mexicana ha ido perdiendo el homenaje a la bandera los lunes, y eso es preocupante porque forma parte del civismo y la identidad

Cristal Escalante